jueves, 2 de mayo de 2013

Alguien



Una chica... o no. Simplemente alguien. Y un sillón.
Nuestro alguien tiene un par de galletas en una mano, y el móvil, el ipod y los cascos haciendo equilibrio sobre el libro que sostiene en su otra mano; está atravesando el salón.
Si ese alguien fuera yo, o probablemente la mayoría de vosotros, ahora mismo todas esas cosas estarían desparramadas por el suelo pero, a diferencia de nosotros, nuestro alguien no es torpe, y todo sigue sano y salvo cuando se sienta en el sillón.
Deja el móvil a un lado, mordisquea una galleta, y enchufa los auriculares al ipod. No sabe qué canción poner, las tiene todas tan repetidas... Prueba con Ed Sheeran.
Se termina la galleta, se acomoda en el sillón y abre el libro. Pasa las páginas, acariciándolas, hasta encontrar la esquina doblada que marca el lugar donde se quedó. Bosteza y las letras bailan sobre el papel amarillento hasta volver a formar palabras. Se pone los auriculares.
Está en el último capítulo, y en todo el día no ha dejado de imaginar posibles finales al libro que tiene entre manos, cada cual más horrible. Nuestro alguien, ansioso por averiguar el verdadero y con la música inundando sus oídos, comienza a leer.
Las páginas vuelan entre sus manos, y sus ávidos ojos saltan de una palabra a otra, de una página a otra, más rápido que nunca. Pasan unos minutos. La cara de nuestro lector ha ido cambiando párrafo a párrafo, y ya no le quedan uñas que morderse.
Pasa una página, ¿blanco? No lo puede creer, ¿su libro ha terminado? ¿así? Tras unos segundos de inmovilidad, se levanta de un salto y comienza a dar vueltas por la casa, no sabe si reír o llorar. Necesita hablarlo con alguien ¿cuándo sale la continuación del libro? Tiene que averiguarlo, corre a su ordenador.

                                                      ****

Unos días más tarde, aunque igual pasará unos meses más tarde. Y muchos años más tarde.
¿Recordáis el ipod? Nuestro alguien está ahora en el bus, y vuelve a tener los auriculares puestos, esta vez reproducción aleatoria. De repente, durante unos segundos, se siente en la escena final del libro que terminó hace sólo unos días. No sabe cómo, porque a su alrededor nada ha cambiado y aún así, pasa esos segundos en otro mundo, confusa y sin entender por qué siente en su interior a todos los personajes dando vueltas tal y como lo hacían en las últimas páginas del libro.
Sonaba la misma canción de Ed Sheeran.

2 comentarios:

  1. Me encanta esta entrada ^^ A mi también me pasa que escucho canciones y me recuerdan a partes de libros :)
    Un beso ^^

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