martes, 7 de mayo de 2013

Los primeros


Quiero dedicar una entrada a los libros que me hicieron empezar a leer... Allá va:
Antes, mi madre iba mucho a Ferrol, a una librería que le encanta, y siempre nos traía uno o dos libros cuando volvía. Normalmente traía a Enid Blyton, estaba empeñada en que leyera todos los que habían sido sus libros preferidos, (tengo muy decidido que haré lo mismo con mis hijos cuando los tenga, igual que hago ahora con cualquier persona que se me acerca) pero esa vez fue diferente. Tenía 8 años, y después del abrazo, el beso y el "¡Hola mamá!",

me dijo: “Esta vez no pude conseguir el siguiente libro de Los Cinco, pero me dijeron que éste era precioso, así que lo compré.
Intrigada, husmeé dentro de la bolsa, y esto fue lo que encontré:

 ¡Fairy Oak!
Devoré el libro, era genial.
Estaba contado por un hada (creo que se llamaba Sifelizserádecírmeloquerrá), a quien contratan para ser la niñera de unas gemelas recién nacidas, en un pequeño pueblo donde ser bruja es un don normal que se transmite de abuelos a nietos.
Al año siguiente compré el segundo libro, y así los fui consiguiendo todos a medida que salían: fueron mis primeros 'libros preferidos'.
Después de la trilogía, la autora (Elisabetta Gnone) escribió 4 libros a modo de secuela y, por último, el año pasado publicó el 'diario' del hada niñera que las cuidaba.
Y llamadme infantil, pero tengo todos los libros, y creo que si ahora mismo se escribiese otro, iría decidida a la librería a encargarlo y cuando lo leyera, sus historias de brujas y hadas me gustarían casi tanto como me gustaron la primera vez, con 8 años.
Cada libro venía con un cuadernillo de ilustraciones de todos los personajes y de algunas escenas del libro dibujadas por la autora, y tengo que decir que son preciosas; sería imposible contar la cantidad de veces que intenté copiar tanto los dibujos como la forma de vestir que los habitantes del pueblo tenían en ellos.


Gracias, Elisabetta Gnone.

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